¿A que juega el PSOE en el TC?
Ayer se elegió por primera vez a una mujer como presidenta del Tribunal Constitucional (TC), sin embargo este detalle deja de tener la más mínima importancia cuando nos fijamos en el "talante" y el historial de la magistrada elegida.
La nueva presidenta publicitada como de talante "progresista" se llama María Emilia Casas y tiene 50 años, es catedrática de Derecho del Trabajo y desde 1998 magistrada del Constitucional,tiene en su haber votos en favor de la excarcelación de la Mesa de Batasuna y en contra de la impugnación del Plan Ibarretxe, es decir, y así se le contempla en la judicatura, que es una magistrada abiertamente a favor de las tesis nacionalistas, por lo que su elección es cuando menos preocupante. ¿Y quien ha colocado a esta inadecuada magistrada en un cargo de tanta relevancia? el PSOE.
Por tanto el PSOE quiere que alguien marcadamente a favor de las tesis de los independentistas se haga cargo de una institución en la que, posiblemente (si hay recursos ante el TC), durante esta legislatura se discuta sobre las reformas de los distintos estatutos de autonomia, y donde el voto de calidad del presidente puede decantar las votaciones.
Desde luego lo que parece claro es que este nombramiento es otro de las muchas cesiones ante los nacionalistas de Zapatero, buscando quitar piedras en el camino de la reforma estutaria que le han pedido sus socios.
El PSOE sigue haciendo el juego en todo momento a sus socios nacionalistas desde todas las instancias políticas y ahora también judiciales, un juego que puede perjudicar profundamente a nuestro país.
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Por tanto el PSOE quiere que alguien marcadamente a favor de las tesis de los independentistas se haga cargo de una institución en la que, posiblemente (si hay recursos ante el TC), durante esta legislatura se discuta sobre las reformas de los distintos estatutos de autonomia, y donde el voto de calidad del presidente puede decantar las votaciones.
Desde luego lo que parece claro es que este nombramiento es otro de las muchas cesiones ante los nacionalistas de Zapatero, buscando quitar piedras en el camino de la reforma estutaria que le han pedido sus socios.
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