Es mejor que no habra la boca

Esto es lo que piensan sus propios compañeros de partido del ministro dei interior y compañero de pupitre de José Luís Rodríguez Zapatero, José Antonio Alonso, ya que cada vez que lo hace coloca al gobierno en un aprieto. Así el ministro se estrenó el lunes ante el Congreso, y durante cuatro horas estuvo el hombre "informando" sobre las líneas generales que va a seguir su ministerio, aunque al parecer casi nadie entendió casi nada. Una de la metidas de pata que protagonizó Alonso se refirió a qué tipo de informaciones operativas que pueden difundirse en los medios de comunicación, afirmando que estos datos "deben ser filtrados y controlados por los profesionales, de modo que sean éstos los que nos digan lo que se puede o no contar". El único problema es que está función debe hacerla siempre el juez encargado del sumario, aunque creo que aquí le traicionó el subconsciente ya que el está acostumbrado a filtrar a los medios prisacicos diligencias bajo secreto sumarial.
Ante esta sorprendete afirmación de alguien que ha sido magistrado los periodistas lanzaron multiples preguntas al jefe de prensa del ministerio, Javier Fernández, que tuvo que matizar y corregir al ministro utilizando profusamente la frase "En realidad ha querido decir....".
Los diputados de su propio grupo no dudaron en afirmar que "Orador, lo que se dice orador, sería un exceso calificarle de tal" o que "Debería tener prohibido hablar". Y es que esta claro que en futura remodelación del gobierno zapateril, Alonso tiene todas la papeletas para salir del ejecutivo, dado la penosísima labor que ha realizado en apenas dos meses, algo de lo que me alegraré muchísimo.
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