Pánico en RTVE
Las palabras más odiadas por los trabajadores públicos son privatización y productividad, y la primera ya se empieza a escuchar demasiado por los pasillos de los centros de trabajo del ente público. Las palabras de Pedro Solbes, no hacen más que avivar la preoucupación, y declaraciones como las que realizó el otro día en la que se preguntaba en voz alta si era mejor financiar la deuda del ente público o si se gasta el dinero en investigación y educación, sólo han conseguido sembrar el pánico entre los "curritos" de RTVE.
Desde luego la privatización total o parcial de esta empresa pública sería una gran noticia para el pais (y lo primero bueno que harían los socialista), sobre todo si se privatiza la primera cadena verdadero baluarte manipulativo del gobierno de turno y auténtica máquina de perder dinero de todos los españoles.
Sin embargo. como diría la incompetente ministra de cultura Carmén Calvo, esto es sólo un deseo, por que este es el típico ejemplo de ver para creer, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores de RTVE y la fuerza de los sindicatos dentro de la misma, que seguro que oponen frontal y duramente a este tipo de medidas que les devolverían al mundo laboral que frecuentamos casi todos los simples mortales, ese donde cada día te exigen productividad.
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Desde luego la privatización total o parcial de esta empresa pública sería una gran noticia para el pais (y lo primero bueno que harían los socialista), sobre todo si se privatiza la primera cadena verdadero baluarte manipulativo del gobierno de turno y auténtica máquina de perder dinero de todos los españoles.
Sin embargo. como diría la incompetente ministra de cultura Carmén Calvo, esto es sólo un deseo, por que este es el típico ejemplo de ver para creer, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores de RTVE y la fuerza de los sindicatos dentro de la misma, que seguro que oponen frontal y duramente a este tipo de medidas que les devolverían al mundo laboral que frecuentamos casi todos los simples mortales, ese donde cada día te exigen productividad.
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